¿Vas a emprender con un negocio en Internet? ¿Estás pensando en transformar tu tienda física en una tienda online?
Como nadie nace sabiendo y todos cometemos errores, lo mejor para hacerlo correctamente es realizar cursos de comercio electrónico, pero nosotros queremos aportar nuestro granito de arena y ayudarte a que no cometas los cinco errores más comunes a la hora de crear tu primera tienda online. ¡Vamos allá!
1. No conocer a tu competencia
El principal error que se comete a la hora de emprender un negocio es no analizar a tu competencia. Con realizar un par de búsquedas en Google y entrar en un par de enlaces no basta. Es necesario dedicarle tiempo, con papel y lápiz, y anotar cada detalle: rangos de precios, qué métodos de pago ofrecen, si tienen chat de soporte, métodos de transporte, plazos y gastos de envío, promociones, clasificación de productos, qué redes sociales usan, tipo de publicaciones, si tienen blog, certificados de seguridad, y cualquier información que destaquen.
2. No conocer a tu público
Saber a qué públicos van dirigidos nuestros productos es fundamental. Muchas veces se puede catalogar a ojo “mujeres de 30 a 40 años”, y es un dato importante, pero hoy en día cada vez es más probable que algunos de tus productos esté más asociado a un estilo de vida que a un segmento tan amplio como la edad, el nivel social/económico y el sexo. Localizar a tu público en determinada red social de mascotas, videojuegos, deportistas o running, o un foro de veganos te puede reducir los costes de publicidad y marketing, y permitirte alcanzar un nicho de clientes potenciales y beneficios en tu cuenta en un menor plazo de tiempo.
3. No hacer una campaña de marketing realista
Crear una tienda online no significa vender mucho sin invertir. Es cierto que si comparamos el coste de una tienda física con una tienda online la diferencia es bastante amplia, pero eso no quiere decir que invirtamos sólo unos pocos cientos de euros. Cada vez más, la gente que se lanza al mercado online es consciente del potencial que tienen los buscadores, la publicidad digital y las redes sociales para vender directamente a su público y automatizar procesos para cerrar ventas. Convertir, convertir y convertir. Por eso, ya no existen las tiendas que venden por sí solas, ni las que se posicionan en los buscadores de un día para otro, ni las que alcancen diez mil “me gusta” en sus perfiles sociales sin tener detrás un plan de marketing en condiciones, ya sea elaborado por ti mismo o por una agencia. Hay que tener un plan y un presupuesto acorde a tus objetivos. Además de alcanzar un retorno económico en menos tiempo, conocerás los datos de tus clientes, podrás medir al detalle todas tus campañas y tomar decisiones bastante acertadas de cara a aumentar tus ventas en el futuro.
4. No tener imágenes y descripciones amplias de tus productos
Confiar tu diseño web a una empresa o agencia y gastar mucho dinero para que funcione perfecta es una muy buena decisión, pero no basta sólo con eso. Es importante que dediques tiempo al catálogo de tu tienda. Es necesario añadir amplias descripciones con datos de interés para tus clientes y una buena fotografía. Un producto con una imagen poco cuidada no da confianza y seguro que hay otra tienda online con tu rango de precios, con más descripciones, con más cosas y con una fotografía mejor que la tuya. Debes dedicar mucho tiempo en enganchar a tu cliente, darle confianza, trabajar el detalle y dar respuestas a sus dudas sobre el producto sin que sea necesario que te contacte. No lo hará. En la mayoría de los casos ni te va a llamar ni te va a mandar un formulario relleno. Esos días pasaron. Volverá a Google, introducirá de nuevo lo que está buscando y se irá la siguiente tienda que le aparezca en los resultados con lo que habremos perdido un cliente.
Otro aspecto importante de la fotografía y las descripciones amplias es que evitarás devoluciones innecesarias sobre todo si se trata de ropa y productos tecnológicos, con lo que reducirás los gastos y la insatisfacción de los clientes.
5. No tener paciencia con los resultados
Abrir tu tienda online y publicarlo en Facebook para que lo vean tus amigos no va a hacer que te lluevan los pedidos en tu panel de gestión. Tampoco puedes pensar que pagar treinta euros para aparecer en tal directorio local y compartir tres vídeos virales, y tu logotipo en Instagram y Google+ va a llevar tráfico a tu web. Para obtener resultados en ventas se necesita un plan con una inversión, dedicarle tiempo a los contenidos de tu web y tener paciencia. Ningún plan realista para una tienda recién creada puede ser inferior a tres meses si hablamos de un autónomo, un emprendedor o una PyME. Si tienes tienda física, un trabajo o por cualquier motivo no tienes tiempo ni conocimientos para gestionar tus acciones publicitarias, puedes contratar empleados o una agencia de marketing que lo haga por ti. Lo que nosotros recomendamos para cualquier persona que está empezando a vender en el medio digital es empezar a fondo con posicionamiento SEO y Redes Sociales. Los servicios de marketing digital pueden parecer caros ya que no son acciones tan tangibles como arreglar una lavadora, imprimir unos folletos o escuchar un anuncio en la radio, pero realmente si comparamos el tiempo de trabajo que se le dedica, el grado de especialización y formación que se necesita, y el alcance que puede llegar a tener cualquier acción a medio-largo plazo, los costes son mucho más bajos que cualquier acción publicitaria tradicional.